viernes, 28 de mayo de 2010

Tierra que le deseo un cambio ya


No hay nada como mi barrio


Yo si tengo la dicha de poder ver el sol nacer a la orilla del mar.
Yo si tengo la dicha de que los congos, los yiguirros y las olas me despierten.
Yo si tengo la dicha de poder desayunar una empanaditas particulares de plátano, carne con chile panameño y de un queso que cuesta que se derrite mientras las cocinan. ¿Y el gallo pinto? Según el programa de nutrición de mi BARRIO, ese lo dejó para el almuerzo, con unas pizcas de coco.
Falta de comunicación en mi BARRIO, jamás. Todos saben lo mujeriego que es mi primo, que el amigo de mi primo esta en el equipo de fútbol de segunda, que el padre del amigo de mi primo se va ganar un par de milloncitos dentro de un mes por una concesión que realizó el gobierno con los muelles, que el vecino del padre del amigo de mi primo tiene su negocio sin paredes, caja registradora; pero si se sabe que tiene alguien que lo proteja y está ubicado en aquella esquina del colegio nocturno vendiendo un poco de “orégano” a los menores.
Como pueden ver, todos somos una familia. Nada nos afecta. Bueno, todos los días nos asustamos cuando escuchamos la sirena de las patrullas o algún disparo porque andaban cazando perezosos de todo tamaño y color.
Y a veces aceptar alguien que no sea del BARRIO, cuesta.
Pero cuando salgo de mi barrio, el clima, la comida, los conocidos, los carros, los edificios, los vendedores ambulantes, me parece ser que de un BARRIO muy lejano al mío.
En este barrio muy strange for me men, me despierta la alarma del carro porque el vecino tiene restricción de placa y le toca ir hasta Alajuela a trabajar a un call center (cero concesión con el gobierno). Aprovecho que mencioné al vecino de este BARRIO, él no conoce a mi primo, no tiene ningún conocido que juegue en el fútbol de Segunda División y la mayoría de sus conocidos tiene su negocio con más de cuatro paredes, con una decoración vitral y que sabe muy bien como invertir la plata. Se me fue! La mayoría de negocios en mi barrio la decoración es llamativa, colores fuertes, hasta con una palmera para que la gente vea que tan bien se llevan bien con la naturaleza., pero muy bien armados por cualquier delincuente.
¿El mujeriego de este BARRIO? Dicen que anda por aquellos lados de Barrio Amón, Hotel Rey y por cercanías al hospital Clínica Bíblica para no perder el valor de su pene.
El desayuno es un cereal lleno de vitaminas C y minerales que en mi vida los había escuchado. ¿Y mi gallo pinto con coco? Cho! El programa de nutrición de este BARRIO lo recomienda para el desayuno. ¿Y las empanadas? Ningún men gritaba patty a éh.
¿Balazos? La verdad, los escuchaba de vez en cuando, una vez por semana.
¿Todos se conocían? No. Pero con el pasar de los días, los vecinos de este BARRIO me fueron integrando poco a poco.
No podía vivir con solo la imagen de mi BARRIO era lo mejor, tenía que conocer nuevos BARRIOS y ver lo destruido y sumergido que esta mi tierra natal en la inseguridad, tráfico de drogas, en la corrupción y lo inculta que es esta sociedad. Que hasta a veces decir: “Donde quiera que voy, limonense soy” me da pena decirlo en mi BARRIO nuevo.

1 comentario:

  1. No soy uno de los tantos que dice que el Caribe es horrible por lo que aparece en los medios de comunicación; si no uno que vivió 13 años allí y aún sigue visitándolo. Cuento con unas fuentes que igual a mí, quieren que un cambio urgente...

    ResponderEliminar